Otro dato curioso es que la falta de intervención y mantenimiento en el Castillo de Montjuïc ligado básicamente a su explotación turística, no es únicamente una cuestión económica, puesto con el simple mantenimiento de los equipos de Parques y Jardines del Ayuntamiento o bien con brigadas de talleres ocupacionales se podría evitar el crecimiento de malas hierbas en zonas nobles del castillo o incluso el crecimiento de árboles entre la mampostería de las cortinas de las murallas. En este caso, al igual que ocurriera (y sigue ocurriendo) en la garita del baluarte de Lengua de Sierpe, donde una higuera brotó lesionando la sillería con sus raíces, un nuevo caso nos aparece actualmente en el revellín del hornabeque con la aparición de un pino que todo apunta continuará resquebrajando la mamposterías del revellín. Otra vez la falta de voluntad, de determinación y de concienciación en la conservación de los valores patrimoniales salta lamentablemente a la vista.